Secretaría de Relaciones Institucionales

Desarrollo de Páncreas artificial

Con participación del Departamento de Ingeniería Eléctrica y el Laboratorio CODAPLI del Departamento de Ing. en Sistemas de Información se está desarrollando este ambicioso proyecto en conjunto con la Universidad de San Martín,  dónde el Vice Decano de nuestra Facultad Ing. Guillermo Cocha es Investigador externo.

La implementación y desarrollo del páncreas artificial no sólo mejoraría la calidad de vida de los pacientes diabéticos, sino que permitiría el desarrollo de tecnología con alto valor agregado y con posibilidades de competir en el mercado internacional.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad que afecta aproximadamente a 400.000 personas en la Argentina. El costo del tratamiento de un diabético tipo 1 en la Argentina no se conoce exactamente, pero se estima que es similar al de USA, de alrededor de U$S1.000 por mes.

Los costos de las complicaciones (insuficiencia renal, ceguera, etc.) son considerablemente más altos: En USA el costo de diálisis renal supera a los U$S 70.000 por año por paciente. En Argentina no hay datos fehacientes de estos costos, pero es de suponer que sean similares. Actualmente la forma más común de tratar la diabetes tipo 1 es la aplicación de insulina exógena por medio de inyecciones que se aplica el propio paciente.

Este procedimiento es impreciso y tiene la desventaja de que depende fuertemente del nivel cultural y del compromiso del paciente y su entorno. También se han desarrollado bombas de insulina a nivel comercial que deben ser programadas de acuerdo a los patrones de ingesta y que funcionan en sistemas de lazo cerrado. Si bien este sistema es superior al control de la glucemia por el propio paciente, estos sistemas son caros y también son dependientes del diabético, dado que requieren de la programación de la bomba por parte del mismo.

Un sistema óptimo sería aquel que opere sin la intervención del paciente. Esto es un sistema que realmente simule un páncreas natural. Para eso es necesario un sensor de glucemia, una bomba de inyección de insulina y un controlador de la bomba que adecue el sensor a la bomba y que sea suficientemente versátil de modo que pueda adecuar la función de la bomba a las variaciones espontaneas de los requerimientos de insulina.

De esta manera el proyecto propone desarrollar una bomba de insulina que funcione sin la intervención del paciente en el control del suministro de insulina. Su producción  exitosa tendría como resultado la obtención de un verdadero páncreas artificial.

El desarrollo de una bomba de insulina autónoma permitiría ayudar también a la población de diabéticos tipo 1 que son lábiles[1](en Argentina son alrededor de 40.000 los que sufren esta variante de la enfermedad). Para los diabéticos lábiles, el control de la glucemia no se puede efectuar adecuadamente con insulina administrada en forma exógena, y, en consecuencia, los pacientes desarrollan episodios de hipoglucemia que muchas veces son mortales. Un control de la glucemia con un sistema de bomba controlado a lazo cerrado debería disminuir sensiblemente estos episodios de hipoglucemia en los pacientes lábiles.

[1] Se denomina paciente lábil a aquel que no responde correctamente a la insulina y suele hacer episodios de hipoglucemia que pueden ser fatales.